martes, 17 de noviembre de 2009

los niños, son de agua.
Los niños son de ríos.
Los pies, llegaron ardiendo, tras el largo camino desde el pueblo.
Llegó la piel, ansiosa, entre sudores brillantes.
Era verano, y no existía nada más que el río.

Pasaron las aguas, secáronse sus pieles...
Los niños, son de ríos.
Los adultos, procuran estar siempre secos.

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