sábado, 17 de noviembre de 2012

mordiente
el peso del aire estaba mordiente.
y el caminar se me iba pegando en los pies.
en esa inmensidad de rostros, desfilando.
mis pies saborean los pasos dados
mientras me dejo absorber por las calles

y el tic de la mano al bolso, del bolso a mis ojos
de mis ojos al bolso, ojos, bolso
la mano insurrecta
el nerviosismo de su ir y venir
mientras respiro profundo, procurando asfixiarla

encontrarte en mitad de un puente.
dirigirte la palabra, mientras mi mente salta al vacío
y mis piernas corren
mientras te murmuro un caos sin sentido

cuántas veces pienso que mi teléfono es el ratón
y que mi cabeza es una macetero

jueves, 15 de noviembre de 2012

tan frágil
el hilo se veía tan frágil, allí tensado,
que no pude nada más que soplar fuertemente, hasta desintegrarlo.

yo sé bien escupir palabras sonoras
eres lo que comes,
y también lo que dices y cómo lo dices.
incluso cómo comes las palabras,
cómo las escupes, las soplas, susurras, gritas.

y vienen, las palabras vienen...
imagino mi cabeza como un inmenso mar, con una sola orilla, la boca.
y allí llegan las palabras naufragas. Salen del agua, tan salada tosiendo fuertemente,
para no ahogarse, para despejar sus vías...y es ahí, cuando por su propio impulso, salen por mi boca.

Sería demasiado presuntuoso pensar que yo controlo todo aquello que digo, no no...
alguien podrá...pero que aburrido
yo juego a soprenderme.
no sería la primera vez que salto al vacío engañándome a mi misma, o que me sumerjo en aguas heladas cuando me despisto...sí sí.... es mi yo más lista y traviesa...
del mismo modo, las palabras tendrán esa parte suya que les engaña y las lanza al mar de mi cabeza para que yo las diga... porque las palabras quieren ser dichas para existir, para mutar...para estar vivas.