jueves, 24 de mayo de 2012

puertas escritas en luz
con la luz de tus palabras
las presentes que me faltan,
las ausentes que me nombro.
pieles secadas al sol
en plena noche
enroscadas a la pata de la cama
marcando la diagonal del cuadrilátero.
que no es dolor el buscarte
porque no te espero
y el aliento se me llena
y las ganas de calle me dan forma
que el mundo es demasiado largo
para mis cortos pies
para mis alas nuevas...
y las mentiras en marea que emana tu boca
y los besos teñidos y almidonados
colgando de mi ancla.
despierta
ando despertando sueños



lunes, 21 de mayo de 2012

aquí no.
decidió escribir ahora en su mañana.
préstale una pausa al tiempo enloquecido.
que no hay piel por chubasquero
que alivie la caída de las hojas del segundo.
aquí no.
porque la voz reverbera en sus oídos
porque sus notas perdieron la tinta
y él no volvió a reescribirlas
aquí no.
no coincidían ni en tempo ni el lugar
si caminaban hacia ellos.

Y lleno las maletas de plumas
y puso baldosa por paso
borrando a golpe de escoba
lo que quedaba del aquí
moldeando en cada respiración su mañana


sé del hueco y el vacío,
echo agua por ver la profundidad del papel.
sé del agujero
del remiendo y el descosido.
del momento previo al salto
de la caída
del estallido.
echo tinta en mi cuerpo por ver mi propia huella
sé del temblor mío
y la ingravidez pesada
y nado en las lagunas de mi mente.
procuro aprender a callar más
y escuchar mejor
sé de la noche rápida jugando sola
y de los días estremecidos
del silencio tejido a conciencia
de abrir mis ventanas cerradas
y cerrar las ya vencidas
de la vuelta de tuerca
del pasto encendido.


vivía siendo el otro
al otro lado de la pared y la puerta.
comiendo los restos vuelto todo
cuando el segundo se transforma en horas,
las horas se vuelven días y estaciones.
por eso tanto frío precedía al calor del instante.
por eso las calles tenían el olor a tierra húmeda,
tras la lluvia de verano.
bajo el cobijo del calor que su propia sombra le prestaba.
vivía sabiéndose las copas usadas,
tal vez por eso, retorcía el cristal
exprimiendo hasta la última gota
y el vino le sabía a colores ny madera.
vivía con el tiempo colgado de un péndulo,
en la cuerda floja del ahora,
del ahora después...
siendo el otro,
vivía.

sábado, 19 de mayo de 2012

extrañamente anclada en el resbaladizo hueco
la incertidumbre se presta tejiendo recuerdos,
hilandera de Velázquez,
cupo tu nombre en mi boca,
a lo Lope de Vega.
Cuando las goteras verdes
deslumbren al asfalto
mis pies serán desenraizados
me voy
al lado convexo de la sombra tuya
al pálpito estrepitoso del no saber
con las voces de miel,
de las manos tendidas,
del ir y venir,
de las uvas a las peras.

El fin, es el fin.
Cuando se escribe el comienzo.



jueves, 3 de mayo de 2012

Allá se amontonaban las pieles, cuerpos y deseos, todos envasados en forma de recuerdos.
Más allá, todas las fotografías que había hecho con su mirada, colgadas en su retina,  20 frames por segundo.
Y las músicas de las noches en vela, de lo bailes a oscuras. Del ir y venir de la nada a su cuerpo, a los suyos, de los nuestros y vuestros. El roce, magnético.
En el universo eterno de los ojos cerrados, sin más en la nada del oscuro párpado, con aliento por norte y susurro de piel como tierra firme.

Se sumaban las voces.
Se restaban las ausencias.
Y las paredes, en su discurso perpetuo de piedra y gotelé enrarecido.

Si la vida fuera más de barro... y hundir sus dedos en ella.
Si fuéramos amasijo de pieles y fuera mas fácil traspasarnos.
Si la empatía calara con la lluvia.
Si los suspiros derribaran muros.
Si con una caricia nos detonáramos en intenso escalofrío...

y se enmudeció en pleno grito, anclado a los pies de su cama.