añoro
añoro cuando lloro
y cuando no
anoro
adoro
afloro
acoro
aforo
amoro
atoro
alloro
añoro

a ti

pero río
a mi
a nos
...y a ti

Extasímetro consolidado en las claraverías de mi amargutural
sueñoproliférico acostantemente en mi camalgalope
cuerpo dulcerillardiente extremolamido re-mandominando
fauces que arrancansadas de mi piel a tiroslíticos y jirones sin jabones.
empujándonospiedras al lomordiscosturas que me ciñen a ti.
revuelteríobtuso de sábanascidas del partornado girompiententempié.
ansio-lítico amarte júpiter y saturno
ansiostorname:maría por abrazartenerte
lengua humeda hunomeda,
latidostrescuatro escuchandondetenderme en ti
cameladaría yo por ti

A las 25, las 31 y sus dos autores

admito que el tiempo
magnetiza nuestros cuerpos
que la suma de nuestras bocas,
entrecortadas, episódicas,
va aumentando en mordiscos y en deseos.
explorar implica descubrir.
yo, con los ojos cerrados.
el recuerdo de tu cuerpo hace unos años
aumentando junto al deseo.
nadie es quien fue
y parece seguir siempre todo igual
en el paréntesis de las dos bocas.
deseo
tu piel
deseo
hoy

lo que pasa por mi mente:
ocurre que extraño las cosas que no he llegado a tener.
y que andando sola por la calle, me doy todo aquello que tú no me diste.

ocurre, que llego a pensar que todo fue irreal, de tan real que fue.
y llega el punto en el que chapoteo sin agua bajo mis pies.
conozco el petróleo por su olor, y por los posos del recuerdo, que son de la misma textura.

y pasa que un pájaro se posa sobre mi creyendo que soy un nido
no siendo mucho más que paja(s mentales).

y pasa, que ahora no sé lo que pasa por mi mente.
ocurre, que no quiero saberlo, sino que me sepa a clorofila sin fila ni orden.
realidad plebeya en una proletariada realidad

lo ocurre en mi mente:
las letras de mi teclado andan jugueteando
cada vez que parpadeo cambian de lugar.

hoy es el día en el que todo me duele.
mente enferma en cuerpo insano.
hoy es el día que pese a todo, reina la claridad.
hoy es el día en el que agradezco hasta las piedras.
y me miro, me veo e incluso me beso.
hoy es el día en el que todo queda perdonado, olvidado
catapultado.
y todo duele.
nada importa.
y es a partir de ese momento en el que todo es.

Sus dedos habían menguado en rapidez en los últimos nueve años.
Era una gran secretaria, trabajaba en una multinacional dedicada a la importación de domótica japonesa, de echo, la gran multinacional poseía un ejército de lapones que funcionaban incluso sin botón ni batería.
Era una gran secretaría ya que era capaz de transcribir todos los documentos que llegaban a sus manos sin comprender nada de ellos, capaz de beber sus cafés continuos con pajita mientras escribía y capaz si cabe de hablar consigo misma, en voz baja o alta, si se ponía cabezona, al tiempo que traspasaba el papel a la pantalla.

Pero eso era antes de que ocurriera.
No se puede decir que fuera una persona solitaria, ni que no le gustara la buena compañía por ejemplo un domingo por la tarde, para no deprimirse y tener a alguien con quien conversar. O alguine con quien ir al cine, que no comiera palomitas y que no le molestara que ella absorviera haciendo la rana con la pajita, para luego poder salir a la calle y hacer la crítica a la actriz demasiado delgada y al actor demasiado peinado y musculoso.

Margarita detesta la perfección estética. Es algo que casi nadie entiende, casi nadie que la conozca, sabiendo que no tolera una mota de polvo en su casa, ni que sus zapatos no sean del color uniforme con el que los compró. No la entienden porque no se refiere a eso. De sobra sabe que ama la perfección en su entorno, claro está, por más limpia y preciosa que fuera una mesa, aún sin tener ni una puntita de polvo, ella jamás sentiría celos de ella. No sentía celos tampoco de ninguna mujer....más bien si de los hombres. No sabía hasta que punto su envidia era deseo de poder arrollarlos por la calle o de poder estar en su lugar y sentir su miembro como propio.
Pero así era, detestaba la perfección estética en las personas, y no de las mesas, ni de las sillas....ni de ningún diseño de la Bauhaus....
Había que verla rechinar silenciosamente, desgastando su rostro estático al ver los cuerpos húmedos de los jugadores de waterpolo...el nervisismo le atacaba de tal forma que comenzaba mordiéndose las uñas hasta llegar al codo. Y como esto no está muy bien visto por la sociedad, ella prefería mantenerse un poco al margen de todos. No asistía a la cerveza diaria de sus compañeros, ya que el camarero del bar poseía un rostro simétrico, por no hablar de su trasero.
La única vez que fue a aquel bar, sin ser vista, empezó por las uñas y sin darse cuenta se comió la botella, fue la peor borrachera que recuerda, la más pesada.

Su contacto con el otro sexo se limitaba a los encuentros típicos en los que más que la morbosidad, lo que empuja el cuerpo es las ganas de curiosear, de descubrir al otro. Para ella el sexo, compartido, se había transformado en apenas un recuerdo.
Disfrutaba enormemente paseando por el parque. Había descubierto qué habían muchas parejas que parecían tener una parcela de césped reservada, que en primavera parecía que las parcelas se regalaban y que en otoño casi todas las parejas cambiaban entre ellas como en una especie de tómbola. La chica del sector de las chorisias se había trasladado al estanque, mientras que su anterior pareja ahora frecuentaba a la mujer de las buganvillas, quedando libre las chorisias para otros comensales.
Era muy observadora, rozando la impertinencia con sus dedos ágiles.

Volviendo al tema de cómo perdió su rápidez...un día llegó un nuevo compañero al despacho, era relaciones públicas, tan públicas que lo detectó pronto, sector de los sauces. Era moreno, con una piel caramelizada y unos rasgos que jugaban con contrastes y difuminados. Margarita estaba irritada, luchaba por evitar que sus dientes rechinasen, luchaba por no morderse las uñas...
Pero siempre estaba él, o su insoportable voz melodiosa, dulce y grave. Era todo un hombre, inteligente, amable, sencillo y dentro de lo imposible, discreto...horror y más odio.

El día había despertado enfundándose una gran tormenta, la cual pilló a Margarita en mitad de la calle esperando al bus. Tras diez minutos de remojo, llegó al fin la cápsula empañada, subió y justo detrás de ella escuchó:
-¿Margarita?Buenos días...bueno, buenos buenos, más bien mojados. ¿quieres mi chaqueta?
Se giró con la mano en la boca, y no consiguió articular palabra, de cerca y mojado, era aún más perfecto, era su peor pesadilla, parecía mármol de algodón. Tras un largo viaje en el que él no dejaba de preocuparse por su salud, por si se resfriaba, por que, ¿dónde encontrarían una secretaría como ella? tan rápida, tan eficiente, tan tan tan tan....
Se vió obligada a cobijarse bajo su paraguas, con él, casi rozaban sus caras, casi expulsaban el mismo aliento. él continuamente halagaba sus cualidades como secretaria al tiempo que ella sentía nauseas...

Al llegar a la oficina, lo tuvo claro, amputó sus falanges distales de un mordisco seco y rápido.
Y así lo consiguió, nunca más volvió a acercarse aquel rostro perfecto, ni a susurrarle sus dotes.
Lo único que lleva mal es que ahora, ya no le quedan más uñas que las de los pies para morderselas.

absurdo
voy a reir por absurdo
por traspasar la pantalla y poseer
por la mano que no toca cuando está presente.

absurdo
todo lo que alcanzo se me torna absurdo
y voy a reir por no dejar de hacerlo
poseerte un minuto
sin dejar de reirme
absurdamente absurda
en la copa de un pino tinto
embeberme sin embudo
chupando las suelas de tus pies
y el entrecejo de tu alma.
absurda pantalla de luces intermedias
que nublan la vista...
o será el sudor del suelo que por tocarlo
se desvela y anda errante por la cornisa de mi falda.
absurdo creer que esta palabra pueda tener dos e...
si una de ellas es impostora...no puedo creer-te..
te...poleo menta con anís
anibsurdo a nit absurda
a nit revolta
a nit....encara està siguent esta nit....
absurda
y yo
tú borrón

palabra forjada
ardiente hierro
hundido en mi pecho.

dolor prematuro
de los pasos confiados
prestada quedó una parte de mi alma.

arde el estomago sangrante
de estos ojos que de ver lloran.
que de no ver lloran.

tengo....
una palabra escondida
entre la nuca y el sueño.
la sensación de haberla pensado
de haberla sentido dándome nombre

tengo esa palabra escondida
capaz de lanzarte lejos de mi
capaz de hacerme volar
palabra llena
ahora menguante.

¿dónde van las palabras perdidas?
¿las olvidadas?
¿en dónde perecen las palabras mentidas?

palabra perdida
en la inmensa punta de mi lengua
cosquilleante afonía.

aquí me quedo, buscándola entre mis ropas
de años y cementos.

decrepitud cara al sol
moments flamants de ferides en rama.
pell de bresquilla
olor tèrbol.
estic albergant l´odi fals,
el que no em dol a mi.
esclataré agulles en la meua ausència.
farta de tant,
ja m´en vaig
i deteste que em busques.

quedó muda la boca, tras empaparse de tesoros salados.


llama-ra-das sin respuesta.
el fuego no siempre acaba cediendo a la calma.
hoy, cansada, lamento mis palabras.
alegría de mi.
tengo largas horas por desgastar.
y ojalá, ninguna se me vaya esperando más trenes completos.

olvidemos olivemos
los cuerpos que no han sido ungidos
lejanía patentada
sello conforme
evasión

y otras veces, detesto el desear tanto, el proyectar sueños
que rebotan sobre mi, se me devuelven solos,
tengo las manos llenas de vacío
las palabras secas.

detesto mis ganas de....
detesto mi alegría por....
detesto las piedras que he amontonado...
te-de-testo a mi
por ser tú y yo al mismo tiempo.

no estás.
yo quiero dejarlo también.
no estás.
yo no pienso volverte.

decido inventar palabras.

todo viene por no saber muy bien cómo decirte
lo que no digo, aún diciéndolo.
todo nace del sentimiento de que tal vez no existan
suficientes palabras, ignorancia , tal vez segura.
todo dice que no hay palabras que salgan de mi boca,
ni de mis manos, que no hay forma de plasmarlas, ya sea en aire,
ya sea en hoja, ya sea en teclado, capaces de convencer-te.

voy a inventar palabras ubicando letras sueltas por mi piel.
y voy a dejarme escribir con ellas.
muchas veces yo...
otras muchas las manos que me cojan.

frecuencia
con mucha frecuencia sacudo mis grillos
invitándoles a desalojar mi cabeza.
frecuencia....
a la que grito rompiendo tímpanos y martillos.
frecuencia con la que bailo,
más si estoy sola.
frecuencia alta y baja
mareas
mareo
freciuencia en ondas,
tal vez las de mi pelo.
frecuencia
con la que te asomas a mi.
frecuencias
modulables, ajustables, penetrables...
transfusiones de frecuencias de un boc-a-cob
bajo las sábanas sin frecuencia.

hi ha un buit permanent
escrit a sang per dins la pell.
hi ha un badall pel que solseix
la meua ànima....
cúmuls trèmuls
equipatges extraviats
forats amb boca de clatell de cement
hi ha una pell suau a esta vorera
que anuncia una frialtat crua
una llum blanca que trenca la nit dels somnis.
hi ha la meua persona al sòcol agupida
hi ha un vent que em desfà a poc a poc...
hi ha una intenció primera...
omplir l´insaciable buit permanent.

en su alcoba, abandonada como su presencia, convertida en ausencia por no dejar huella tras su marcha, anidaba una silla.
La paredes hablaban sus mismos colores, su mismo olor, el mimetismo de la convivencia era eco en su piel.
La silla más cómoda, la creada con la mano más fina, de madera de execlente calidad, exótica...llegada en uno de los largos viajes de papá, en una de sus aventuras en busca de mercados nuevos, esos que nunca llegaban a cuajar por siempre, esos que lo lanzaban cada año en busca de quien sabe qué.
La silla que más mundo a visto, en la que ilustres personas descansaron y tal vez, en la que más de una vez se conocieron y se enamoraron más de tres parejas....

Ahí estaba, intacta. Era la silla prohibida, la silla del deseo en la que alguna que otra vez a escondidas me sentaba, con dulces compañía para jugar a dejar entrever a través de mi falda.

Pero el tiempo, la había relegado a aquella habitación en la que ni la luz osaba entrar.
Y allí, firme, se sustentaba soportando cada día, y cada noche sobre sus cuatro patas, animal doméstico que es la Silla.

En mi última visita a la casa, subí, por recordar viejos momentos y, al acercarme escuché los dientes afilados de sus parásitos.
Dos de sus patas estaban corroidas por las termitas, no existe la piedad en los cuerpos de madera.
Dos patas diagonales que la hacía tambalearse entre la vertical y la horizontal hipnotizante.
Dos patas, las justas para que nunca cayera, para que nunca nadie puediera volver a descansar en ella.

cuando digo basta
no siempre me basta haberlo dicho
cuando coso tu boca a tus ojos
es por no volver a darte voz
por no querer mirarme de nuevo en ti.

si digo que se mueran las rosas
será porque odio las mentiras que les atamos.

odio mutante,
muda gastada
ojos, voz y tacto
se filtra el café aflorando negro
y así, enturbio tu recuerdo
y odio cada rincón
detesto cada palabra
¿ves estas manos sobre mi?
son las mías

párpados cerrados
imitando cualquier ocaso,
telares inconclusos de historias desenebradas.
el hilo pendiente arde en llamas
rojas lenguas de fuego detenidas
presas por los párpados

sueño disforme
camino cojo
manos de vapor turbio
respirando el sudor que aún hoy penetra
lenguas como látigos
abriendo mis párpados cerrados
ocaso

http://www.youtube.com/watch?v=4EJEmHWMPG8

illes flotants
que m´aparten de la terra ferma
abraçada qui sap si a un vent malgastat
encorvada sobre mi mateixa,
conformant l´horitzó del meu cos
alé torb
alé sec
somiadora vista
empentada pel fracàs.
amaina
amoïna
empenta
esclareix la nit de brumes
finals que es troben palpant-se en la llunyania
illes flotants

somnis rodats

leo en una página que lee a Benedetti:
"primavera con una esquina rota: Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza".
y es mi verano roto el que me anuncia la triste felicidad
por no sentirme anclada a nada ni nadie
por tener tantos sueños pendientes de hilos que anuncian romperse
por el equilibrio de lainestabilidad.
felicidad triste de sentir cada aliento mío
de palpar los ajenos.
triste felicidad de poder estallar en una mirada.
felicidad, triste, muy triste de snetir mis manos inquietas
queriendo hablar sin tener aún boca.
madera triste que flota a la deriva
siendo feliz de surcar los infinitos mares.
clavo ardiendo, a la temperatura justa de su fundición.
felicidad triste del verano roto
con tacto húmedo de mar.
tócame, soy una ola.

déjame
en el aislamiento de este momento
que no puedo respirar más aire
por no caberme en los pulmones
no necesito el suelo para desplazarme
no me basta el horizonte.
déjame
que sea este sueño parte de mi vida
que no quiero hacer pasos sin parame antes a mirar
por el puro hecho de hacerlo.
principio y fin
ligero cosquilleo
de lo que todos olvidan
con el paso del tiempo
contagiosa edad
absurdo sabio
grabado en tinta rascada
las miradas de todos ellos
la mía reflejada
locura , no me dejes
locura prematura
intacta, sin huella aún
déjame
que te quiera un instante
eterno y finito
y puede el cansancio adormecer el cuerpo
igual que el ánimo mover el mundo
no hace ni doce horas
y ya pido otra ronda...

....julio inmenso.....