domingo, 13 de septiembre de 2009

apretaba esa hora incierta en la que todo roza lo imposible, en la que una pared se convierte en tan solo un pedazo de papel, un escenario falso.
los ojos los tenía hinchados, seguramente por haberse derramado toda ella en lágrimas.
no cabía la tristeza pura entre los sentimientos que la arrastraban en el delirante torbellino.
deseo, podría ser una de tantas cosas. el deseo capaz de cortar el aliento, el deseo contenido entre la pieles, deseo, lejano pasajero sin billete, sin parada.
la noche iba avanzando, no se oía ningún reloj, a veces el tiempo, pese a seguir balanceándose, permite una tregua, un momento demente que no ocupa lugar ni espacio.
un cuerpo erizado en mitad de la noche.
sus manos iban rompiendo el glaciar. fuertemente agarró su cabello deslizándolo por su cabeza, tirándolo hacia arriba fuertemente, al tiempo que iba besando y mordiendo sus brazos. las manos bajaban hacia la frente desgarrandose, perdiendo el poco cabello que quedaba prendido entre los dedos...ojos húmedos, nariz, comisura...y la boca, esperando ansiosa...solo podía morder sus mismos labios, lamer su propio cuerpo...solo podía gozarse entera rozando el imposible de aquella hora....solo le quedaba licuarse entre estas letras y dejar que cayera el telón.

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