jueves, 4 de junio de 2009

pasa el tiempo, amasijo de veladuras.
martillo y cincel dentado que deja huella en mi piel y en mis pasos.
pasa el tiempo y al tiempo que decrezco, me hago más fuerte y débil.
sueño con golondrinas viajeras, sus colas como tijeras.
pasa el tiempo sin verme en el hasta el punto de no reconocerme en ocasiones.
se me repite el eterno déjà vu del estómago palpitante.
se demuda la esperanza con trajes nuevos, me asusta el vestirme cada mañana.
no sé cuánto tengo. ni cuánto necesito.
no sé darme, ni tenerme.
saturación colmada

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