fogueo intermitente sacude mi corroida piel.
y los sueños me anuncian un bombardeo...
abrí los ojos saiendo lo que iba a encontrar, y allá en una esquina de la ventana, una cascada de insectos diminutos caia en en el suelo de mi habitación.
Eran diminutos, redondos y de color ocre. Como pequeñas arañas, pero sin patas. Digo que eran como arañas puesto que vomitaban hilo, más bien algodón.
Se extendía ante mi lecho centenares de explosiones de algodón. No cesaban de entrar más y más.
Escape como pude, aterrorizada. Ocurre en todo los sueños, o nadie me oye o soy ignorada. Obtuve un reproche...¿crees que solo están entrando insectos en tu habitación?
en ese instante miré por la ventana, y allí también, ejercitos de bichos por cada ventana, cada uno distinto.
Volví corriendo a mi habitación. as bolitas redondas habían tejido una especie de marioneta y estaban construyendo otra. Lomás curioso es que, la marioneta, teníala cara de la Gallina Caponata...nunca me cayó muy bien esa gallina.