miércoles, 27 de mayo de 2009

abrió los ojos, como cada mañana, pero hoy, los párpados pesaban de aquella forma tan especial que el tiempo había dado por olvidada.
Oscuridad quebrada por las ranuras de la persiana, esa luz intermitente que permite adelantar, disparar la mente al ver como toca el cuerpo.
Sentado en su lecho, alberga entre sus manos su rostro cansado de dormir y soñar sin recordar muy bien el qué.
Existe más luz de la que creemos ver, siempre.
Sin saber muy por qué, mira tras de sí, y encuentra una mano buscando su calor, y ve sus ojos, y recuerda.

1 comentario:

Maxi Kohan (kohanart) dijo...

"Existe más luz de la que creemos ver, siempre"
y tu siempre la encuentras, se nota en tus versos
y en tu piel...