martes, 14 de abril de 2009

existe un vacío entre la punta de mi lengua y el estómago. un lapsus de tiempo que duró a penas dos días. Un núcleo disforme que palpita.
Ayuno por saciedad de emociones, derribo por querer volver a verte...
Esta, es la mañana mojada de sueño, el anidado relato.
Palomas prendidas en cables eléctricos, historias que crecen de las yemas de los dedos., de las tantas manos que aguantaron el peso del cuerpo.
Quisiera contarte las noches estrelladas, a la falda de la luna.
Reir hasta perder la noción del tiempo dilatado.
Soñar despierta, escupiendo palabras, susurrando mis secretos de piel de charol.
Hoy soy nudo, desde el recuerdo hasta mi ombligo, hipocentro de la naciente actividad sísmica.
Quiere el tiempo mantener su fea costumbre de ser pasado más que presente suspendido en mi mano...teng el poder de volver al ensueño del recuerdo...pero allí todo es siempre más nublado.
Centrífugo y centrípeto es el soplo que hoy tengo por respiración.
No he querido sangrar aún aquella lágrima asomada.
Sigue lloviendo, sin llegar a mojar.

1 comentario:

Maxi Kohan (kohanart) dijo...

cuanto más te leo
más quiero leer-te

maravilloso texto, mucho que señalar, tanto oculto desvelado...

anima delicata...