domingo, 19 de abril de 2009

Amanece, no llego a entender el vacío de la casa, las frías paredes descorchadas.
Vago por el pasillo, mirando las habitaciones, las camas intactas.
Mis manos me han tocado tantas veces, que mis brazos se han enamorado de mi abrazo.
La casa, está vacía, acaso se oye a lo lejos un canto de pájaro.
El silencio es el peor de los sonidos mudos, argot del dolor. Es en esa ausencia de sonido en la que vagan todos los ecos vividos...solo debes pararte, y descifrarlos...

2 comentarios:

Maxi Kohan (kohanart) dijo...

manos y abrazos increibles...
se ve y se siente más que se lee este texto..
bravo
bravo

Lapsus Mental dijo...

Hola marietta, si no me he equivocado eres una afotadora ^^ pues eso, de afotadores te conozco, aunque igual conocer es decir mucho :P