sábado, 19 de diciembre de 2009

en mi sueño, todo fue tan sencillo com atravesar la mesa para utilizarla de faldilla.

Los sueños del absurdo, son los que més enseñan. Esta noche, viaje en coche de caballos, al tiempo que no habían caballos, mi mente les dio descanso. Era una ciudad nueva, yo hice fotos, controlando al milímetro la exposición...y al atardecer, me salían movidas, pero encantadoras.

Llegué a un canal en el que me ofrecieron un viaje -Por aquí se llega al Japón de Buenos Aires...una pareja subió a su barca de pescador, y allá se fueron.

No tardaron en ofrecermelo de nuevo, esta vez, acepté, subí al barco para pasar de ser la guiri a ser la barca, Una barca que , para mantenerse a flote tenía que nadar crol...y respira cada 4 por no andar desestabilizando a ambos lados, y cuidados no volques....

La facilidad para aparecer y desaparecer. He estado en el campo de futbol de mi pueblo jugando todos desde dentro de la portería. Y reñí a una madre, por las mentiras que siempre detesto escuchar, y ella, ser rió, para luego avergonzarse.

He pasado una linda noche turbia y viajera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ese viaje onírico me ha recordado a Federico Fellini tan vanguardista en su forma de rodar y escribir (ejemplo: “E la nave va” entre otras). Ya las quisiera para mí noches así.