sábado, 24 de mayo de 2008
egon schielle ya lo sabía
la niña en la tarima se estira la falda
nerviosa
solo quería dibujar barquitos
sin darse cuenta que surcaban mares
sobre los escritos de sintáxis gramatical
Allá naufragaba un objeto directo
el verbo mástil, flotando
Y a ella le importa poco que murieran ahogados todos
que se extinga todo estudio y estudioso.
le duelen las palabras por miedo a decirlas
y sabe que no se adueña nadie de ellas
y hay tormentas y tormentos para quienes lo intentan
y sabe que el ya nombrado tantas veces,
pronombre personal
tan personal que no hay manera de nombrarlo.
yo mi conmigo, tónico, pero no siempre refrescante
no hay recíproco en sus palabras.
Se estira la falda de nervios
ante el imperativo que ordena
que no ofrece condicional
Ya no más barquitos ni aviones.
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