domingo, 15 de abril de 2012

casi siempre, los principios se cogen, a escondidas, de la manos de los finales.... las personas parece ser que lo sabemos, pero preferimos no mirar... casi sin querer, sembramos principios....y obligadamente, acabamos comiéndonos nuestros propios finales....pese que a veces indigestan....

pero, hay que alimentarse....



y así cada día nuevo se tendía una mano como punto de apoyo.
y cada noche cuando el sueño aletargaba el cuerpo, la confianza ciega dejaba que el cuerpo cayera encontrando esa red de manos.
toda red envejece, toda red debe ser zurcida, mimada.... todo buen pescador sabe que su trabajo finaliza revisando su red.
y el cuerpo confío aquel día, como todos los anteriores, en esa leve caída entre las manos de nube... hubo precipicio
era el fin de esas manos.

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