lunes, 21 de mayo de 2012

vivía siendo el otro
al otro lado de la pared y la puerta.
comiendo los restos vuelto todo
cuando el segundo se transforma en horas,
las horas se vuelven días y estaciones.
por eso tanto frío precedía al calor del instante.
por eso las calles tenían el olor a tierra húmeda,
tras la lluvia de verano.
bajo el cobijo del calor que su propia sombra le prestaba.
vivía sabiéndose las copas usadas,
tal vez por eso, retorcía el cristal
exprimiendo hasta la última gota
y el vino le sabía a colores ny madera.
vivía con el tiempo colgado de un péndulo,
en la cuerda floja del ahora,
del ahora después...
siendo el otro,
vivía.

No hay comentarios: