miércoles, 4 de enero de 2012

siento el peso de vaho de aquello que quiero decir,
como globo aerostático me eleva, vagando en vaivenes
de hilos, de fresas, trenes y algodón.

y se me enredan los idiomas de las manos al habla,
afónicas las manos de ver atada mi boca.
crece, todos los días riego y abono el brote,
epidémico, efervescente.

sólo hablo dos idiomas, pero con infinitos dialectos:
cuando sueño, imagino, vierto, toco, cuerpo, piel,
prolongaciones de mi mano y ojos, materia externa que nos damos forma,
letras de sopas predestinadas, cambio de cuerpo y persona,
plagar de "míes" los pentagramas que me rodean, capturando parpadeos...

el día que hable,
espero ser capaz de escucharme....

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